Las Alpacas, cuyo nombre científico es Lama Pacos, son las más numerosas de los cuatro camélidos sudamericanos. con una población de aproximadamente 4 millones de animales en el Perú, que representan el 75% de la población mundial, son el principal medio de subsistencia de miles de familias alto andinas.
Pueden medir entre 1,20 y 1,50 m y llegar a pesar entre 45 y 79 kg. Tiene una silueta más pequeña y curva que la llama y en la frente presenta un clásico mechón de fibra.
En la sierra del Perú, a más de 4 000 msnm en una geografía impresionante, donde la diferencia de temperaturas entre el día y la noche alcanza a 30ºC, miles de familias campesinas crían rebaños de alpacas, como lo han hecho por miles de años esquilando y vendiendo anualmente la fibra de estos animales, convirtiéndose así en su principal fuente de ingresos.
Existen dos variedades de alpaca: Huacayo y Suri. La alpaca Huacayo es la más numerosa en el Perú (93% de la población), tiene una fibra corta, rizada, densa y esponjosa que cubre casi todo su cuerpo dejando solo su cara y patas cubiertas con pelo corto. La Alpaca Suri tiene una fibra lacia, sedosa, larga y de excepcional brillo.
La Alpaca es trasquilada con tijeras por lo general una vez al año durante la época de esquila: noviembre a abril. La producción por animal es muy variable, pudiéndose obtener generalmente un promedio de 5 libras por animal, aunque hay ejemplares que pueden rendir hasta 15 libras.
El color de la fibra es variado (hasta 22 colores), pero es más uniforme que el de la llama y va del blanco al negro, presentando tonalidades de marrón y gris. Esta es una característica que no es posible encontrar en otras fibras naturales, de las llamadas 'nobles', utilizadas para la fabricación de textiles.
Las fibras son clasificadas manualmente de acuerdo a su finura en calidades como royal alpaca (menos de 19 micrones), baby alpaca (22,5 micrones), super fine alpaca (25,5 micrones), Huarizo (29 micrones), gruesa (32 micrones) y mixed pieces (fibras cortas por lo general sobre los 32 micrones).
Los nombres de estas calidades no reflejan necesariamente edades en los animales u otras características fenotípicas. La calidad baby, por ejemplo, se refiere a productos (tops, hilados, telas, etc.) que tienen en promedio 22,5 micras. Sin embargo, la fibra de esta calidad no necesariamente proviene de animales bebés. Puede fácilmente provenir de un animal adulto, pero extremadamente fino.
Cada calidad se emplea para crear diferentes productos tales como telas, chalinas, chompas, frazadas, alfombras, etc. mezclándose también con otras fibras, generalmente naturales.
Esta fibra es inusualmente fuerte y resistente volviéndola ideal para procesos industriales. Además, es fácil de teñir a cualquier color y siempre mantiene su lustre natural.
Por otro lado, la alpaca puede ser trabajada en los sistemas de peinado y cardado, pudiendo obtenerse telas entre tweeds gruesa y gabardina fina. La fibra de alpaca no se rompe, deshilacha, mancha o crea estática; es fácil de lavar.
La alpaca tiene un alto grado de limpieza en la fibra después de haber sido procesada (entre el 87% y 95% versus un 43% a 76% de la lana de oveja) además que su proceso es más fácil y barato debido a la carencia de grasa o lanolina en su fibra y a que no se le debe descerdar como al cashmere.